A veces me imagino rubia y sin cartucheras

“A veces me imagino rubia y sin cartucheras. Me imagino caminando por una calle larga y luminosa. Voy con mi amiga y él se gira para mirarnos. Y yo sé que me está mirando a mí.”

En un texto anterior hablaba de la obsesión por la apariencia física, por cómo se nos ve. Aunque para muchas mujeres –también hombres, pero me dirijo ahora a las mujeres- esta obsesión no se traduce como una continua preocupación por el aspecto físico, cualquier opinión que tenga sobre mí misma me va a llevar a incorporar una serie de limitaciones acerca de cómo soy y a lo que puedo aspirar. Porque me percibo de una determinada manera –bajo una determinada autoimagen- tengo acceso a una serie de posibilidades y no tengo acceso a muchas otras.

La mujer que se imagina rubia y sin cartucheras se sabe admirada; para ella la posibilidad de acercarse a ese hombre y responder a su mirada es muy real. Para la mujer no rubia y con cartucheras no existe esa posibilidad. Podríamos pensar que se trata de dos mujeres totalmente distintas, aunque en realidad sólo han cambiado algunos detalles físicos. Pero para la percepción de esta mujer todo ha cambiado, las posibilidades para cada una de ellas son absolutamente diferentes.

¿Cuál es la mujer real? ¿La no rubia y con cartucheras porque la otra es una imaginación? ¿Y no es también una imaginación la percepción limitada de esta mujer? Normalmente ponemos mucha más atención a lo que no nos gusta de nosotras mismas que a lo que nos gusta, especialmente cuando se refiere al físico. ¿Es real esta imagen distorsionada? ¿Es real cualquier imagen, sea “buena” o “mala”?

Para el trabajo que llevo desde hace años con mujeres enfocadas en recuperar nuestra fuerza y autenticidad, el primer paso es desprenderse de esta imagen fija. No solo por lo que nos puede hacer sufrir, sino por la limitación que cualquier imagen comporta.

Queremos ser nosotras mismas viviendo la vida que queremos vivir. Cada una de nosotras tiene multitud de posibilidades, muchas de ellas todavía por explorar. En nosotras está la decisión de transformar nuestra vida en un constante y excitante descubrimiento.

Si te interesa profundizar en el tema: Taller Mujeres y Autoimagen